Los Amantes
La música suena, la luz cálida difumina sus cuerpos como si de una caricia amorosa se tratase.
Felices y ajenos al mundo, concentrados en sí mismos, se cuidan y se miman los amantes.
Ella, en un impulso de posesión, se sube a horcajadas encima de él, y comienza a besarle y abrazarle mientra él acaricia la espalda de la amazona, tímidamente primero, con firmeza instantes después.
Todo ese amor que les brota se vierte en sus ingles y en sus pechos mientras juegan y se abrazan; se frotan rítmicamente, mientras disfrutan sus risas cristalinas, y sin previo aviso, a ella le recorre una corriente de placer por la columna vertebral; se queda paralizada, como a la expectativa, sin acabar de reconocer lo que acaba de pasar, y acto seguido le abraza fuerte, emocionada.
Por Begoña Paz González.
No hay comentarios:
Publicar un comentario